domingo, 16 de febrero de 2014

Coleccionista II: John Wayne, el Duque

Su nombre real era Marion Morrison

John Wayne, en la cumbre de su carrera
John Wayne es recordado por sus papeles en míticas películas western, sin embargo no es tan conocida su faceta de coleccionista.
Era un amante de la historia y sus colecciones abarcaban arte, literatura, armas de fuego, cuchillos y figuras indias.

Los indios Hopi fueron una de las primeras tribus indígenas en poblar Norteamérica si no la primera.
Por expansión de los Navajo vieron reducido su territorio y hoy la reserva Hopi ocupa una pequeña parte de lo que fueron sus tierras, en el nordeste de Arizona.


De conducta pacífica y tranquila, son un pueblo granjero, artesano y religioso. Las mujeres trabajan la cestería y la alfarería, los hombres se ocupan de la talla de madera, la joyería o la pintura.

 


Creen en el equilibrio de la naturaleza, donde sus necesidades pueden cumplirse si están en armonía con los dioses, personificados en hombres, plantas, animales o elementos del cosmos.
Estos espíritus benevolentes con diferentes propiedades son representados en figuras de madera policromada, las muñecas Kachina.
Son tallas de madera, normalmente de una sola pieza, con gran detalle y colores vivos, adornadas con plumas y pieles. De uso ceremonial y pedagógico, sirven para enseñar a los niños Hopi la variedad de espíritus y ritos.

Danza de la serpiente
Chusona

John Wayne llegó a formar una colección de 64 muñecas Kachina, adquiridas a los Hopi, con quienes tuvo mucho trato al rodar varias películas en sus tierras.
Tras el fallecimiento del Duque, en 1979, su colección de muñecas y otros objetos fue a parar al National Cowboy Hall of Fame and Western Heritage Centre, en Oklahoma.

  

 

 

 

Parte de la colección de muñecas Kachina de John Wayne




Fuentes:
http://www.pkwy.k12.mo.us/west/teachers/boles/student_work/west_webfall09/kelsey/KelseyB.htm
http://aboutnativeamericans.blogspot.com.es/
http://kachina.us/
http://en.wikipedia.org/
http://nationalcowboymuseum.org/
http://dukewayne.com/

sábado, 1 de febrero de 2014

Lola Anglada, inspiradora

Lola Anglada (Barcelona, 1896 - Tiana, 1984) destacó como ilustradora y escritora. Gran artista, poseedora de una exquisita sensibilidad y conexión especial con la infancia. Durante toda su vida coleccionó muñecas antiguas.


Comprometida con la República, la causa catalana, los derechos de la mujer, amante de la cultura y la historia, es una figura insuficientemente reconocida, represaliada tras la Guerra Civil.



Yo la descubrí hace unos 15 años en su faceta de coleccionista, al visitar su espléndida colección de muñecas antiguas instalada en Can Llopis de Sitges, el Museu Romàntic. Fue a partir de ahí que empecé a buscar información sobre su vida y su obra.
Sus ilustraciones me maravillaron hasta el punto de que me propuse hacerme con algunos de sus trabajos.
Con los años he ido consiguiendo varios cuentos infantiles, la versión traducida por Josep Carner e ilustrada por Lola Anglada de la Alice de Lewis Carroll "Alícia en terra de meravelles", los diez volúmenes de "Visions barcelonines" y algunas obras más, siendo mi última adquisición una primera edición (1937) de "El més petit de tots", ejemplar de gran valor histórico.
Pero de entre toda su obra, lo tengo fácil para destacar un título: "Les meves nines", de 1983, que fue el último que la autora vio publicado.


"Les meves nines" es una delicia de libro. Me toca especialmente porque está dedicado a las muñecas antiguas que Lola Anglada coleccionaba. 43 capítulos dedicado cada uno a una muñeca, en el que nos explica su origen y cómo llegó a sus manos, con una preciosa ilustración de la protagonista de cada historia.
Es un libro inspirador y aconsejo a los amantes de muñecas que lo localicen y lo disfruten.
Yo tardé en tener mi propio ejemplar así que las primeras lecturas/relecturas fueron de préstamo en la biblioteca.

Un día por mi cumpleaños, el de hace siete u ocho años, fuimos a pasar el día a Sitges, que siempre es una buena opción de escapada.
Como no puede ser de otra manera, estando en la bella localidad es obligado volver al Museu Romàntic, no importa cuanto tiempo haya transcurrido desde la última vez.
En la puerta del museo, primera sorpresa, mi marido había convocado a una pareja de amigos para disfrutar de la visita en grupo, sobretodo las dos coleccionistas.
Al entrar en la sala de las muñecas, frente a una de las vistrinas, segunda sopresa, mi libro deseado envuelto en papel de regalo.
Por si fuera poca la emoción de conseguir el libro, el momento y el lugar elegidos hicieron de ese regalo algo extraordinario, uno de los que recuerdo con más cariño.
Genial visitar la colección de muñecas de Lola Anglada con su libro en la mano, tratando de identificar a las protagonistas de cada una de las historias, a partir de sus bellas ilustraciones.




 



Exposición "Lola Anglada, poderosa memòria". MHC. Set'12